¿Y qué me pasa? No lo sé. Siento algo que es un malestar interior y a la vez una felicidad enorme. ¿Cómo puede ser? No lo comprendo.
Qué voy a saber yo del amor, porque debe ser esto. Haberla visto una vez y esa vez sentir tanto… que lo único que quiero es volver a verla, y la espera es mortal.
También está presente esa incertidumbre de temer el sentir mucho por ella y que ella no sienta lo mismo por mí, aunque de momento parece que sí. No quiero contárselo a nadie. Soy de esas personas que piensan que se puede gafar. Supersticiones mías, pero mejor no arriesgar y en este caso si arriesgo no gano nada, puedo quedarme igual o perder, conque mejor no narrar mis sentimientos hacia ella, nada más que a ella, aun cuando tampoco decirle todo. El misterio tiene su morbo y su desazón.
Me ilusiono tan rápido, que lo paso mal porque las cosas no pueden suceder tan deprisa. Mas igual de rápido que me ilusiono, dejo de hacerlo. Olvido, si se puede llamar así, deprisa. Más bien no recuerdo, que el pasarlo mal se va enseguida, no obstante, nada se olvida, como digo con eso sólo no se recuerda. Se puede olvidar, sin embargo, es un procedimiento más tardío, mas el resultado es quizá mejor.
Obviando este último párrafo en el que me pongo a elucubrar, el tema de este post es que no sé si sentirme bien o mal, el no saber cuándo la voy a ver y qué va a pasar me mata, pero el hablar con ella a todas horas, hace que sienta más cada minuto… Que sí, puede que sólo la conozca desde hace tres días, pero alguien me dijo que no buscara el amor, que llega solo y parece ser que este es el caso, me aferro a esa idea.
Me hace sentir tan bien cuando hablamos. Es tan guapa, tan sencilla, tan lista, deportista… qué más podría pedir, no obstante, si que hay algo, volver a verla. Si llevo dos horas sin hablar con ella y estoy ansioso por ello. Esto no puede ser bueno.
Albergo alguna esperanza de que lea esto, y si no lo hace es porque me da vergüenza que lo lea, y como ya he dicho la incertidumbre tiene morbo y desazón.