Los acontecimientos que han acontecido.

Los acontecimientos que han acontecido.

Sucesos paranormales, aunque dirigido a personas susceptibles, dadas las sensaciones que abruman y hacen que delires. Los miedos nunca seguirán siendo los miedos. Los miedos fueron, las turbaciones son y los desasosiegos serán. Incongruencias de entendimiento con antelación planificada, que de forma prosaica sacan las más recónditas sensaciones nunca antes expuestas ni experimentadas.

Momentos de júbilo en los cuales se desestiban tus sentidos hacia coyunturas bien compuestas y sin matices desestimados, aprovechándose del momento sin pensar en las consecuencias intransigentes, que siendo ulteriormente deleznables no están en el axioma inicial. Por el momento es sólo un instante, pero más tarde desearía que fuera constante. No todo es viable, ni posible, y en menor decreto experimentable. Empero lo expuesto no quiere decir que sea imposible, inalcanzable, y en mayor detrimento, que jamás se pueda llegar al zenit, sino que si tus anillos son atraídos por la fuerza de la gravedad, poco o nada es lo que se obtiene, ni pasado ni futuro que objetar, trabajar para lograr lo que te hace anhelar.

Confía en ti mismo y fíate de tu buen juicio, al oscuro no lo escuches, no escuches a los que sólo intentan que te des un capirotazo. No consigo seguir el juego, la parte lúdica es un tanto azarosa, si supiera predecirla no estaría de menos cumplirla.

Suposiciones suspensivas, sistemáticamente relativas. Atorados los sonidos en los espacios de los cuales salen personas en concubinato concupiscente, cosmopolitas y con poca separación entre el acérrimo afán de la simple postergación de la carne. Inecuaciones inocuas con iguales insistentemente contrarios al mayor y menor resultado de X, que se contraria al opuesto al dividir o multiplicar. Mejor ofréceme dos incógnitas, en un esquema, con tres formas de resolver, y sin embargo, yo sólo padezco un mal y no tengo ni una manera de despejarlo.

La diversión por diversión es efímera, ineficazmente duradera e ínfimamente breve, conque se acaba, se ultima y no se comienza. Pero renace y para poder culminar en el más extremo superior del Olimpo tiene que verse acompañado de un brebaje sin sustancia matinal, ni marital. Todo ello y sin poco, acompañado de elevaciones verticales en oposición a la gravedad, terminando esta por quebrantar tal acción, al son de un ritmo petulante y discordante, aunque nada rimbombante. Y acabaré diciendo que todo esto nos lleva a aceptar que crecer es aprender a despedirse de las cosas.

Cambio y crecimiento.

Cambio y crecimiento.

Doble sentido contemplativo, con una historia poco definida, pero delimitada por la persona portadora de tal hecho. Llevar tal no es fácil, hay que tener una personalidad fuerte y bien hecha y derecha, porque la gente es una bocas y habla de lo que no tiene idea, bueno sí, la misma idea que puedan tener de física nuclear. Ese sentimiento de quererlo no puede ser entendido por ellos, además de ser capaz de aceptar todos sus esquemas a los cuales voy a proceder a significar.

Todo depende de cómo contemplemos la vida, de la misma forma podemos contemplar esto, la vida se puede mirar desde múltiples ángulos y por supuesto lo que estamos tratando lleva incorporados no menos de diez. Si lo miras hacia abajo la parte principal y la que más destaca, esa que no se mete por los demás vericuetos e intransigencias, significa cambio, pero si lo pones mirando hacia arriba, significa incremento, crecer, por tanto si lo mezclas querría decir: cambio ligado al incremento, incremento ligado al crecimiento, porque en esta vida hay que crecer, hay que cambiar, hay que evolucionar.

Procederemos a internarnos en los elementos disyuntivos dispuestos a mostrar las mayores versatilidades, que se le pueden dar a unos simples trazos. La parte circular con dos líneas o flechas que asimilan a un reloj significan el paso de la vida, del tiempo que no hay que perder, que no tiene que estancarse porque pasa muy rápido. Esto y lo anterior es quizá lo más fácil de dilucidar, las demás líneas pueden evidenciar los caminos que puede tomar la vida, que son tan inescrutables que jamás sabrás cuál es el correcto y a cual deberías haber renunciado, sin embargo, con esto se sabe que purgatoriamente lo más fácil sería dejarse llevar hasta el final y tomar los desvíos, considerando las consecuencias de las discontinuidades filonianas.

No ansíes saber más, el conocimiento de lo inexperto hace que no puedas soportar su entendimiento por el simple hecho de lo complejo que se puede tornar. Simplemente un aspecto un tanto nuboso puede imbuirse en sí, en un imberbe pazguato. Sistematización planificada, mediante mecanismos esotéricos y periféricos.

Debo lisonjear mi propio ego para que de dicha y expresa forma pueda continuar por un camino tortuoso y sin que se pueda roblonar. Tu vida tiene que ser como un otero, pero a una escala que aumente exponencialmente. Jamás te conformes hasta que lo bueno sea mejor, y lo mejor, excelente, como dados hechos que puedes adquirir y cursar.

Todo depende del sitio en el cual te puedas posicionar y saber cuál de ellos es el más factible, y consecuentemente adquirirás un rango de obrero y patrono por ramo de oficio, digo con esto que únicamente los intelectuales resuelven los problemas, los genios los evitan.

El picaporte a la felicidad.

El picaporte a la felicidad.

¿Qué puerta se abre y qué puertas se cierran? Para esconder lo que todo el mundo oculta, para escrutar lo que nadie quiere revelar, para mostrar lo que se tiene que enterrar, algo que no se puede abrir, de todo lo que está escondido y no puedes acceder a ello, tras la puerta que se acciona girando un picaporte, que sin más dilación te muestra lo que ha querido ensombrecer, así como lo ha hecho cerrando su corazón hacia la gente, que no ha querido que entre en él. ¿Qué profundidad hay en este sentimiento sin razón? Qué disparidad. ¿Y haciendo alusión a qué te cuento yo que no tengo la llave de ese picaporte? Que no la tengo y nunca la tendré, que jamás podría obtenerla, porque está tras otra puerta con otro picaporte, otro pomo, otra manera de abrir esa puerta distinta. ¿Qué oculta esa llave, la cual sin ella no podríamos hacer nada? Qué más da, si está oculta tras ese portón será porque alguien ha querido que sea así, y si alguien ha querido que así sea, es porque no merece que nadie lujurioso y con ganas de gula, descubra lo que hay tras ella. Pero yo me pregunto el porqué, el porqué ha querido tal hecho, que lo tenemos tan delante de nosotros, que no nos damos ni siquiera cuenta de cómo acceder a él.

Tendría que estar abierta, para dar paso al cambio, a un cambio con una estrategia. Simplicidad y mortalidad, ligados, mas distintos, sin unión, pero con excomunión. Un incremento mayor que la razón circundante, que rodea el clamor de la muchedumbre que tiene un ansia irracional por traspasar ese umbral ensordecedor.

Quizá no sea tan bueno como muchos escritores, sin embargo, y no obstante, tengo la contraseña que hay que tener para saber cuándo se abrirá, cuándo se accionará. Que sin codo ni rodilla, podría haberlo escrito, pero si careciera de ello no habría de poder lisonjear, ni mucho menos agasajar para poder yacer.

Locura en la convicción de la acción. Podemos prorratear las pagas anuales en las mensuales, pero con eso conseguiremos confusión y más mezquindad. No obraremos en ejecución, dado que quien tiene ese control está escondido detrás de la palabra quid en lo que nos incumbe aquí. Para ello, tan sólo y solamente necesitamos ir en pos de ello, de la verdad, que aguarda tras la pantalla clave, la cual direcciona todo el tinglado. Mas claro, puesto ello, no sería posible sin saber que no ganan siempre los buenos, ganan los que luchan.

Sin precedentes.

Sin precedentes.

Estoy alterado, estresado y compungido, estoy tantas cosas a la vez que ni siquiera he tenido oportunidad de contarlas. Voy a dejar un vado en mi corazón para que nadie pueda estacionarse en él. ¿Qué más puedo hacer si no necesito nada más que estar así, alterado, estresado y compungido, alentado también si cabe? No tengo nada más que hacer que someterme a horas interminables, pero con un fin muy determinado, de estar continuamente a la deriva en una situación en la que tengo que dar la talla por reputación y por no dañar mi integridad moral, yo mismo, a mí mismo, y valga la redundancia.

Vagando y divagando por los lugares más angostos e inexplorables con los que me he podido topar, pero qué más da lo que yo haga, piense o diga, ¿realmente importa? Puede que sí, sin embargo, qué persona subyacente me lo va a decir si yo quiero que sea una adyacente y en mucha estima, alguien que me supere en horas de estudio y en preparación física y mental.

Bebiendo bourbon barato, mientras consumo mis horas baratas, durante los tediosos minutos de poco valor, y todos estos llenos de segundos bullentes de brillantes destellos de un diamante recién pulido, pero que se contamina al convertirse en un minuto, y denigran en horas, para acabar pereciendo como días.

No he hecho ni voy a hacer tratos con nadie que no merezca un apretón de manos de mi parte, para conseguir con ello firmar y sentenciar el pacto. Mientras recorro las calles dejándome llevar por el alma Concupiscible, según Platón, y veo los carteles que rezan los lemas que tengo en mi vida de por vida e ir de esta forma en pos de la verdad. Racionalmente pensándolo no debería dejar que así fuera, no obstante, creo que a veces hay que ser un poco hijo de puta en esta vida, porque si no te pisan.

Y probablemente debí valorar algo más que los juguetes, sino de qué iba a estar yo escribiendo esto y omitiendo mi rúbrica, por ello para desmentir cuando pueda lo escrito. Remontaré un día lo desandado, el cual hice porque perdí algo, algo que no he encontrado, pero ¿qué es encontrar? ¿Y qué es buscar? Tan sencillo y tan ambiguo a la vez. Bueno todo esto antes era una instalación eléctrica bien cuidada que contaba con millones de bombillas y derrocha bastante luz, ahora se ha convertido en una vela que alumbra temblorosa todo lo que está ya muerto.